El aceite del motor desempeña muchas funciones al permitir que un motor funcione correctamente con el tiempo. Aquí están los más importantes:
Lubricación: El papel principal del aceite de motores lubricar las partes móviles de un motor, que están constantemente en fricción. Al reducir la fricción, se disminuye el desgaste.
Enfriamiento: La energía perdida por la combustión y la fricción entre las partes mecánicas hace que la temperatura del motor aumente. La lubricación proporcionada por el aceite del motor ayuda a abordar parcialmente el calor a través del circuito de lubricación. Es el complemento del refrigerante, el cual solo puede enfriar ciertas partes del motor.
Limpieza: Si bien es menos conocido, el poder de limpieza del aceite del motor es fundamental. Los depósitos de suciedad microscópicos se acumulan en el motor y permanecen en suspensión. Esto provocaría que el motor se obstruya y disminuya su rendimiento. El flujo del aceite transporta continuamente estas impurezas al filtro de aceite, donde quedan atrapadas y, por lo tanto, no pueden causar depósitos dañinos en las superficies del motor.
Protección contra la corrosión: La combustión del combustible genera ácido corrosivo que puede dañar las partes metálicas del motor. Con los aditivos añadidos a los aceites, la corrosión se ralentiza. No obstante, con el tiempo y en contacto con el oxígeno, el aceite del motor puede oxidarse y dejar de desempeñar su papel inhibidor de la corrosión. Es por eso que el aceite del motor debe cambiarse regularmente.
Sellado: El aceite también mejora el sellado del motor, siendo más específicos, el sellado de pistones y cilindros. Gracias a este fluido, se crea una capa protectora entre las diversas partes, sellando cualquier espacio libre que pueda haber.